A pocos días de votar, voy a hablar de votaciones, pero no de política.**Nota para lectores impacientes: bancate un par de líneas, que después se pone más jugoso y hay culos rotos y sangre por todos lados--
La política es un entretenimiento que no me entretiene, es lo que suelo decir livianamente en las charlas de café o en mi muro de facebook. Y el hecho de que atravesemos momentos eleccionarios, no cambia eso, incluso lo empeora, en época de campaña todo se hace todavía más obsceno: los cliches, las palabras vacías, las contradicciones, la escases de ética. Todo se convierte en una salsa pegajosa, que salpica las 24 horas del día y es una tarea complicada salir ileso sin mancharse. Pero aquí voy, sonriéndole a los carteles y evitando que las manchas lleguen al corazón.
A veces me río, a veces contemplo perplejo, a veces escucho las charlas en las colas de banco, a veces escribo para no abusar del ibuprofeno.
