Etimológicamente laberíntico es el diálogo entre
palabras, asumiendo a estas como entes capaces de mantener una charla
por sí solas, y no apenas como una herramienta de comunicación utilizada
por otros entes.
Es decir, en el gran juego donde los objetos toman
pequeñas porciones (o instantes) de vida y buscan su lugar en el mundo,
o, a partir de teorías clásicas donde el mundo y el universo tienen vida
con ciclos muchísimo más grandes a los que regularmente podemos
contemplar, se me ocurre imaginar que las palabras pueden poseer
independencia y plantear diálogos por sí solas…