jueves, 7 de septiembre de 2017

La Tribuna

En la tribuna pedimos huevos. Porque nosotros tenemos huevos. Y mañana vamos a laburar, y nos rompemos el culo trabajando y amamos el fútbol, por eso exigimos huevos.
Y basta de jugadores millonarios que juegan afuera y acá vienen sin ganas.
Y puteamos a todos.
Porque el pueblo siempre tiene razón, y cuando nos juntamos nos contagiamos, y puteamos más.
Porque somos argentinos, y somos de barrio, y aplaudimos al que se tira al piso y transpira la camiseta. Estamos hartos de los burgueses que se la dan de hacer la pausa. ¡Que se ensucien carajo!
Así somos nosotros, exigimos, exigimos, porque somos un pueblo exigente y ganador (?), y bueno, nos criamos con una pelota en los pies, ¿como no vamos a ser exigentes?!!!

Exigimos que los jugadores tengan claridades, que los técnicos tengan claridades, y si no las tienen, nuestra claridad la demostramos puteando a todos. Viralizando audios de tipos nerviosos gritando enojados, diciendo barbaridades contra los jugadores, porque “claramente” vemos que son unos perdedores pechos fríos.
Y repetimos hasta el cansancio la oración que podemos enhebrar, que suena tan atractiva y testimonial!:
tienen que poner a los de acá, que tienen más ganas, más hambre, y están acostumbrados al barro de Sudamérica!!

Pero entre tanto grito, no vemos que la delantera que terminó jugando fue: Lautaro Acosta, Benedetto y Acuña. Que son "de acá" o al menos lo fueron hasta hace muy poquito. Y que tampoco le metieron un gol a Venezuela, y no solo no pudieron meter un gol... no pudieron meter ni un centro adentro del área!

Y entre tanto grito, chistes y putadas a Higuaín, no vemos que todos los otros 9 que probaron, no solo no le meten un gol a Alemania o a Chile en la final, tampoco se lo meten ni a Bolivia ni a Venezuela. Pero nosotros puteamos igual, porque somos la tribuna y nadie nos coartará ese derecho.
Y puteamos a Messi por pecho frío y perdedor. Y nos levantamos bien tempranito mañana, para ir a la oficina, esa que no nos gusta ni un poco, con un jefe que nos hostiga y nos deprime. Pero Messi es un perdedor. Y no elegimos lo que nos gusta hacer, porque eso es muy arriesgado, y "yo ya tengo familia y no puedo boludear, tengo que sentar cabeza", entonces hago lo que no me gusta durante la vida entera. Pero Messi es un pecho frío.