viernes, 8 de junio de 2018

Mundial: ser o no ser



“Un hombre sin pasiones está tan cerca de la estupidez que sólo le falta abrir la boca para caer en ella” Séneca, Roma, año cero.

-“El mundial puede ser utilizado para desviar la atención y que nos bajen la caña con decisiones nefastas..” dice Francisco, el panadero, mientras me pesa 4 flautitas en la balanza. Y cierra la idea proponiendo ignorar la cita futbolera de Rusia 2018.

-“Pan y circo” le digo sonriendo de costado, pensando en la vieja receta del Imperio romano para anestesiar a las plebes. Y concluyo mi reflexión en silencio …claro, este tipo por su oficio sabe mucho de harinas.

Lamentando que las flautitas tibias se van a enfriar para cuando las coma en sandwich dentro de una hora, huyo caminando y silbando bajo, enfrentando la brisa fría de la mañana en Castelar.

Y en el diálogo atemporal tomo partido:  

Por un lado, el presente argentino ya está inmerso en decisiones nefastas, y de cierta manera la anestesia funciona como si hubiera mundial todos los días desde hace (mucho más de) 30 meses. Si llegamos nuevamente a donde estamos ¿fue por la conciencia de los ciudadanos o por la carencia de ella? En definitiva ¿cuánto cambiará el estado de adormecimiento cuando la pelota empiece a girar en Rusia?
Pues, como siempre, quedará en el discernimiento personal el hecho de mirar el horizonte, por más que nos detengamos a mirar 90 minutos de fútbol.