Sabemos de lo
único importante en este mundo: el fútbol :)
pero aunque suene
un poco apresurada semejante afirmación, los amantes del mundo del balón no
sentimos culpa por ello, pues solemos tener esa suave convicción, un poco
romántica, de que el fútbol muestra comportamientos y matices humanos que van
mucho más allá de los límites del juego, y nos ponemos a filosofar como si
fuera posible cambiar el mundo y sus contenidos pegándole patadas a una esfera
de cuero inflada.