25 de
mayo. Tedeum parte 1.
Conmemoramos el primer gobierno patrio. Hace poco más de 200 años planteamos que no queríamos ser colonia.
Lo
curioso es que conmemoramos la fecha, entre otras cosas con un Tedeum, es
decir, una ceremonia de la religión que impusieron a sangre y espada, los
mismos colonialistas españoles de los que festejamos habernos liberado, je :(
Se festeja haberle dicho basta a los tipos que nos decían lo que teníamos que hacer, pero se sigue creyendo en lo que estos mismos tipos dijeron que teníamos que creer.
La colonia fue política y espiritual, con suerte la colonia política dejó de ser (¿?), pero la otra, la que se clavó en el alma a través de los miedos, esa sigue vigente, brillando de manera triste y evidente.
25 de mayo. Tedeum parte 2.
La
segunda mitad de la primera década del siglo XXI, fue el mejor momento de
Argentina que me ha tocado vivir, Néstor Kirchner tomaba buenas decisiones
(para los de cabeza binaria esto me convierte en un despreciado progre
Kirchnerista!, lo asumo) y no solo descolgaba cuadros de los
dictadores en el Colegio Militar sino que también movía las piezas para que el
Estado tome distancia de la
Iglesia.
Como
símbolo de esto, en cada 25 de mayo decidía irse bien lejos de la Capital Federal, y
a la catedral de Buenos Aires, donde se realiza el Tedeum más jerárquico,
asistía algún representante menor del Poder Ejecutivo.
Jorge Bergoglio (si, si, el mismo que hoy se
llama Francisco, que loco eso de cambiarse de nombre a la mitad de la vida!)
tiraba dardos envenenados y trataba de sostener de algún modo los espacios de
poder eclesiásticos, que muy a su pesar, se veían disminuidos.
Diez
años después, mucha agua pasó bajo el puente de la relación entre el
Kirchnerismo y la
Iglesia Católica. Y hoy nos encontramos con otro presidente,
que aunque tenga el mismo apellido, no se mueve con los mismos valores, y no
solo ha hecho varios viajes a Roma a besarle la mano a Bergoglio-Francisco,
para obtener el correspondiente beneficio político, sino que también asiste cada
25 de mayo al Tedeum de la
Catedral de Buenos Aires, el corazón del arzobispado más
facho de la iglesia argentina, codo a codo con un Mauricio exultante y rodeada
de arzobispos que la miran sonriendo de costado y pensando: “viste que al final
viniste a comer a casa!”.
Para
los de cabeza binaria esto me convierte en un antikirchnerista
desestabilizador, también lo asumo.
No es problema para mí verme
expulsado de los dos bandos que se reparten la torta con mal sabor de la
opinión pública del presente argento, lo que sí me resulta un problema, es el
retroceso, es la Iglesia
recuperando espacios de poder en el Estado Nacional, recuerdos nefastos y olor
nauseabundo vuelven a sobrevolarnos. Pero tranquilos que no panda el cúnico, siempre
está la opción de cerrar los ojos, blanquear la memoria, taparnos la nariz, y
decir amén.
Fab / 25 de mayo de 2014
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