miércoles, 24 de febrero de 2016

Sociedades y fluctuaciones transatlánticas

Las  sociedades fluctúan, a veces como mero síntoma de la vida misma, a veces por estrategias pergeñadas por quienes sacan beneficios de cierto tipo de fluctuación.
El mundo occidental suele alimentarse de una verdad instalada: la democracia es imprescindible para el desarrollo de cualquier Nación que se considere seria.
Desde nuestro corazoncito platónico nos damos lugar para dudar de ello, ya que muy claramente en la República, el mágico Platón nos da pautas de que aún en lo más puro y  teórico del sistema democrático, las cosas no son tan buenas como parece contarnos esta verdad instalada 2500 años después. Pero a pesar de ello, y dadas las impurezas y la falta de integridad que la realidad nos demuestra, podemos aceptar que es la democracia el sistema aplicable menos malo.

Subidos a éste camino demócrata, cada candidato, de cada una de esas naciones amantes de la libertad, levanta la bandera de esa democracia como “verdad” indiscutible, aunque muchos íntimamente detesten la pluralidad y el librepensar, curiosamente uno de los principales cimientos de la democracia.

Vivo en Argentina, y me ha tocado vivir en España, también he tenido suerte de poder viajar por otros rincones de América y de Europa. Y entre muchas otras cosas que unen a la gente y a sus sociedades, hay un detalle contradictorio que nos amalgama: todos “aman” la democracia incluso los fascistas. Los fascistas confesos, y los fascistas que lo son, sin saber que lo son. Todos aman la democracia, pero muy pocos aceptan la pluralidad y soportan con altura que otros puedan pensar distinto.

En Sudamérica, en el siglo XX, por esos complejos caprichos de la política internacional, los coletazos de la guerra fría hicieron que en los años ’70, se pongan de moda las dictaduras impulsadas por USA. En los ’80 empezamos a despojarnos de eso, y casi en armonía con lo que sucedía también en España, el regreso de las democracias fueron una luz en el camino. Fluctuaciones, que viene y van, y suben y bajan, de un hemisferio al otro, como un gran balón que rebota entre continentes y salta los océanos.

Se terminó el milenio, empezó uno nuevo, la democracia sigue siendo una verdad establecida, pero las fluctuaciones siguen atravesando los contenidos. Y aparecen matices, o mejor dicho, regresan ciertos matices. Vuelven al poder -apoyados por una sociedad que los eligió mediante el voto-, los que explícitamente detestan que otros piensen distinto, esta vez envueltos en disfraces de demócratas. Sucede en Sudamérica, sucede en España.

En España vuelven a salir a la luz grupos pro-nazis y gobiernos con un verticalismo económico que pisa a los que menos tienen.
En Argentina el nuevo gobierno, no solo pisa a los que menos tienen, sino que además esgrime la censura, le abre nuevamente las puertas a la esclavitud económica del FMI, y reprime ferozmente a los que se quejan de ello porque se han quedado sin empleo, y acuerda métodos de represiones en conferencias transmitidas en directo por TV, mientras se sacan fotos sonrientes.

Mujeres y niños baleados por la policía, periodistas despedidos mientras están al aire en su programa de radio, los medios de comunicación convertidos en un monopolio de verdades oficialistas, teatros y centros culturales cerrados y vaciados, son solo muestras de la torpeza en cuanto a las decisiones y a las formas elegidas por el nuevo poder ejecutivo. 

Tratando de extraer un poco de luz de esperanza frente a este presente de oscuridad, vuelve a hacerse fuerte en mí la idea de que estos tipos con aire fachoide, siguen teniendo miedo, un miedo que los enceguece. Que la censura es una acción violenta como reflejo del temor a lo distinto, simplemente porque la seguridad en ellos mismos es escasa.

Censuren fachas/os, y sigan temiendo, 
porque en esa parte del mundo que ustedes no conocen, 
donde habita todo eso a lo que le tienen fobia
-la música, la literatura, la creatividad, el sexo, las sonrisas, la libertad, la sabiduría-
es más clara y más profunda. 
…                             Y más feliz.

FAB, Buenos Aires, 24.feb.2016 

lunes, 22 de febrero de 2016

El Eco de un tropiezo

"En qué creen los que no creen" gritaba el título de un libro de Humberto Eco, con el que  me tropecé cerca de mis 20 años, y tal vez fue el puntapié inicial para mi incurable interés por la ética.

Dicen que Eco era un experto en semiología, yo no sabía lo que era la semiología -sigo sin saberlo! :) -, dicen que a Eco le sobraba espalda para la filosofía, y aunque más cercano, tampoco puedo decir que sé de qué se trata eso. Lo que puedo decir es que la literatura, mucho más allá de las etiquetas de la ciencia, nos regala el vuelo de la pluma de quienes se animan a eso.  Y la de Eco volaba alto y aguda y desafiante.

miércoles, 10 de febrero de 2016

Liviandad socrática

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Parte I

.Tetris racional.


Tratar de introducir todas las cosas, como un Tetris,  adentro del entendimiento,
no solo es una tarea titánica y desgastante
sino también es el pasaje más directo a entorpecer la sensibilidad frente a la magia.
Entre una "cosa" que entendes, y la siguiente cosa que entendes, hay un espacio-tiempo donde suceden infinitas cosas qué no estas entendiendo. Con suerte, tu sensibilidad te puede dar indicios de eso, aunque no sepas bien de qué se trata, hay algo que allí sucede.
Algún experto en física cuántica tendrá bastante para decir sobre ello, yo no lo soy. Por ahora, mirando por la ventana de mi cocina, en calma, esperando por las tostadas del desayuno, digo que el arte a veces accede a navegar por esas zonas. Y confiar en eso, en esa libertad confusa pero presente, es una buena manera incluso, de ganar libertad y agudeza en la racionalidad.

Bienvenidos racionales extremos, dejen de deshacerse en fricciones cuando las piezas del tetris no encajan, y pierden su tiempo y su vida limando formas y asperezas. Si solo se tratara de lógica, el mundo sería un embole. Relax, que hay cosquillas y relieves, más allá de la meseta de la comprensión.

martes, 9 de febrero de 2016

Gotas

La lluvia sin poesía
solo sería agua que cae
        sin contexto
              sin azares
                   sin magia
                         sin incertidumbres


Bs. As. 09.feb.2016  4:00am