martes, 27 de febrero de 2018

ABORTO


300 años D.C.
Constantino, no solo le puso su nombre a la metrópoli más importante del imperio en ese siglo (recordarán el remate del chiste "recuerdo de Constantinopla" :p )
también clavó una jugada que marcó en gran medida la estructura espiritual y racional del mundo occidental:
necesitaba apoyo político de una minoría creciente en las clases bajas,
los católicos,
quienes en esa etapa eran perseguidos e ilegales.
La religión católica, hasta ese momento
sensible, igualitaria, con objetivos nobles, y con una clara confrontación frente a la concentración de poder del hombre,
fue legalizada,
y como toda alianza política recibió un espacio de poder, al lado del sillón de Constantino.
El resto de la historia, es un poco más conocida, o al menos se la imaginan: el pedacito de poder fue creciendo, la simbología empezó a sentar a Jesús en un sillón de rey, y los capangas católicos dejaron de ser sensibles e igualitarios, le agarraron el gustito a ser poderosos y a jugar el jueguito de la manipulación, y a querer hacer pensar al mundo a través de sus valores y sus conveniencias, acomodando las normativas de los Estados a los que influyen. A veces por las buenas, a veces por las malas, a veces explícitamente, y otras tantas, dejando sus semillitas entre líneas de la educación que se transmite de generación en generación. Como una marca de agua, indeleble.
No solo para los que opinan en la panadería, también para los que legislan en el Congreso.

En 2018, en Argentina, las ligas de amas de casa discuten sobre la legalidad del aborto, mientras se arreglan el lápiz labial y le quitan la mirada al pendejo que duerme en la vereda y come de la basura.

Y tengo un amigo, muy jóven, muy actual,
que comunica por videollamada con una amiga que vive en Estambul,
que también discute la legalidad el aborto,
y que no le importa quién carajo era Constantino
jejeje
FAB/ Bs As / 27.feb.2018

No hay comentarios: