El lenguaje, como casi todas las cuestiones inherentes al hombre, es dinámico. Por diferentes razones (que podrán responder los especialistas en etimología) se establecen relaciones entre las palabras y sus significados.
Estos vínculos, nacen, crecen, se profundizan, se solidifican, y en algunos casos luego desarrollan el camino inverso. Es decir, la relación se va haciendo menos firme, dando lugar a que el contenido de la palabra se pueda distorsionar debido a la incorporación de impurezas. El paso del tiempo, y el uso (y el mal uso) de la palabra, impulsado por las costumbres y modismos regionales y por los cambios sociotecnológicostemporales, accionan en esta alteración. El contenido de la palabra puede ir mutando, hasta terminar con un significado diferente.
Días como hoy hacen que la utilización de la palabra “amigo”, y en menor medida la palabra “feliz”, desvirtúen su contenido, y tal vez en un futuro (mas o menos lejano) terminen representando otras cosas.
Estos vínculos, nacen, crecen, se profundizan, se solidifican, y en algunos casos luego desarrollan el camino inverso. Es decir, la relación se va haciendo menos firme, dando lugar a que el contenido de la palabra se pueda distorsionar debido a la incorporación de impurezas. El paso del tiempo, y el uso (y el mal uso) de la palabra, impulsado por las costumbres y modismos regionales y por los cambios sociotecnológicostemporales, accionan en esta alteración. El contenido de la palabra puede ir mutando, hasta terminar con un significado diferente.
Días como hoy hacen que la utilización de la palabra “amigo”, y en menor medida la palabra “feliz”, desvirtúen su contenido, y tal vez en un futuro (mas o menos lejano) terminen representando otras cosas.
FAB. 20Julio2012
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